Con el aumento del volumen de tráfico, la necesidad de controlar continuamente el nivel de contaminación en los túneles cobra cada vez mayor importancia. Los sensores para túneles de SICK miden los gases de escape en cualquier lugar donde se originen, permitiendo no solo una supervisión y una regulación eficaces de las emisiones, sino garantizando también el funcionamiento rentable de los sistemas de ventilación, incluso en casos de incendios.